martes, 1 de abril de 2014

¿Han cesado los dones del Espíritu Santo?

Con la pregunta que planteamos en el título de esta entrada del blog tenemos en cuenta que es muy posible que se genere polémica o incluso una discusión con diferentes posturas: continuista, cesacionista, o cualquier variedad intermedia.

En el sermón que resumo hoy vamos a explicar por qué la postura cesacionista es la que, a mi juicio, mejor se ajusta a la revelación bíblica.

Como siempre, os dejo un enlace al sermón completo de David Rivero, accesible en la web de la IBAO:



Y para aquellos que queráis tener un resumen de lo explicado en este sermón, os dejo a continuación los apuntes que fui tomando durante el mismo.


Espero que sea de edificación y bendición para todos.

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Título:  ¿Han cesado los dones espirituales?
Lectura: 1 Corintios 12:8-11 y 1 Corintios 12:28-31

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A veces, cuando recibimos un regalo nos olvidamos de aquel que nos ha hecho el regalo. Respecto a los dones espirituales nos pasa un poco lo mismo: nos centramos tanto en los propios dones, que nos olvidamos del propósito para el que Dios nos ha dado los dones. Queremos saber cuáles son los dones que el Señor nos ha dado, pero la manera en la que Pablo trata el asunto es diferente. Vemos que Pablo está más interesado en lo que hay detrás de los dones que en los propios dones. Lo importante para el apóstol no son las listas de dones, sino los principios que hay detrás. 


En estudios anteriores hemos visto:
 

- (v4-10) Hay diversidad de dones que da el ES
- (v7) Los dones son para edificación de la Iglesia, no para beneficio de las personas.
- (v11 y 18) El ES decide qué dones da a quién según su voluntad. Es libre de hacerlo como quiera.
- (v12-17) La diversidad de dones no amenaza la unidad de la iglesia.

Hoy vamos a responder a la pregunta  ¿Han cesado los dones espirituales?. Para ello vamos a ...

- Analizar las listas de dones que aparecen en el N.T.
- Veremos los dones que aparentemente han cesado.
- Veremos los dones que continúan hoy en día.

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Listas de dones que aparecen en el N.T.


Lo primero que nos llama la atención es la aparente falta de precisión. Las listas que el N.T. da no coinciden y los dones que aparecen en unas no lo hacen en otras (coinciden 8 de un total de 21 dones listados). Las listas de dones no contienen los mismos elementos y tampoco mantienen el orden por lo que no podemos inferir ningún tipo de jerarquá o superioridad en unos dones sobre otros


Las listas de dones que aparecen en el N.T. son: Romanos 12:6-8, 1 Corintios 12:8-10, 1 Corintios 12:18-20, Efesios 4:11, 1 Pedro 4:9-11

La razón para la aparente falta de precisión en unas personas tan minuciosas como Pablo o el apóstol Pedro, es que probablemente no querían "encorsetarse" en una lista cerrada, sino que querían dejar claro que los dones vienen dados por el E.S. tal y como Él dispone.

Al ver las listas de dones, en donde la mayoría aparecen una sola vez y en una única lista, hay quien afirma que es claro que todos los dones han cesado, otros, en cambio, dicen que todos los dones mencionados son vigentes. En cualquiera de estas dos posturas se está cayendo en esa postura rígida y mecánica, que es justamente la que trataban de evitar los autores originales, haciendo que el E.S. no sea soberano en la forma en la que reparte los dones.

Entonces, ¿cuál es la postura correcta? En un sentido, la respuesta ya ha sido dada por el apóstol, diciendo hasta en dos ocasiones que el E.S. es soberano y da los dones como el quiere. De el hecho de que es el E.S. el que decide y el que es soberano con respecto al reparto de dones, podemos concluir que algunos dones pueden continuar y que habrá otros que no. Además, si el E.S. es soberano, podría dar ciertos dones a la Iglesia contemporánea que no fueron necesarios en el primer Siglo, y viceversa.

Lo complicado aquí, por tanto, es determinar qué dones de las listas parecen haber cesado y qué dones no lo han hecho.

Dones que aparentemente han cesado.


La primera conclusión la podemos sacar respecto a la expresión "los apóstoles y profetas". Para estudiarlo veamos Efesios 2:20. En este versículo de Efesios vemos que el edificio mencionado se levanta sobre unos cimientos o fundamentos que son "los apóstoles y los profetas". El fundamento no se puede seguir poniendo según edificamos la casa, sino que hay que ponerlo al principio y a partir de ahí comenzar a edificar. En ese propósito, los apóstoles y profetas cumplen un papel fundacional. Son el fundamento sobre el que se edifica el edificio. Como el fundamento ya ha sido completado y el edificio que es la Iglesia está en pleno proceso de edificación, no hay necesidad de nuevo o diferente fundamento, y si lo hay será un fundamento de otro edificio, pero no de la Iglesia del Señor.

En las escrituras hay otros dones que tienen relación con estos y que pueden también haber cesado, como pueden ser:

   • Discernimiento de espíritus. Este está claro, porque estaba relacionado con el don de profecía, ya que en aquel tiempo era necesario saber cuando venía algún profeta si hablaba de parte de Dios o no. Cuando esa palabra apostólica finalizó, finalizó la necesidad de discernir espíritus.
   • Hacer milagros. Un milagro, por definición, es algo extraordinario, por lo que no podía ser ordinario. Si miramos de Génesis a Apocalipsis sólo encontramos 4 periodos en los que sucedieron milagros: Durante la liberación del pueblo de Israel de Egipto, durante los ministerios de Elías y Eliseo, Durante el tiempo de la cautividad de Judá en Babilonia (586aC) y durante los ministerios de nuestro Señor Jesucristo y de los Apóstoles. Es curioso que estos tiempos coinciden con los periodos de escrituración (se escribieron grandes porciones de la Biblia) donde era necesario autentificar la autoría divina del mensaje, y entre ellos pasaron siglos. En 2 Co 12:12 se relacionan el oficio apostólico con los milagros, y en Heb 2:3-4 vemos que los milagros autentificaban el mensaje como proveniente de parte de Dios. Cuando cesó la actividad apostólica, ya no eran necesarios estos dones.
   • Sanidades. Este es un subgrupo del anterior, por lo que la conclusión es la misma que antes. Vemos además que hay muchos personajes Bíblicos que pasaron enfermedades y dolencias y no vemos que entre ellos usaran el milagro de la sanidades para que fueran capaces de hacer la obra de Dios de forma más efectiva. Porque los dones son para glorificar a Dios y no a los hombres.
   • Don de lenguas e interpretación de lenguas. En primer lugar Pablo siempre ubica estos dones al final de sus listas, y en las últimas ni los menciona. Tenemos buena base para sospechar que este don fue desapareciendo paulatinamente según dejó de ser necesario.


Dones que continúan hoy en día.

En el v.8 y 9 y 28 se ven algunos dones que hoy continúan.

   • Sabiduría, tiene que ver con el discernimiento para analizar un problema y buscar la forma de aplicar las escrituras en esa situación.
   • Ciencia, tiene que ver con explicar las escrituras a otros.
   • Fe, no se refiere a la Fe salvadora común a todos los creyentes, sino que se refiere a la habilidad para confiar en las promesas de Dios en medio de las peores dificultades.
   • Enseñanza, tiene que ver con enseñar las escrituras
   • Ayudar, que tiene que ver con servir y ayudar a otros, en silencio y humildad.
   • Administrar, tiene que ver con el liderazgo.

Todos estos dones entendemos que siguen vigentes en nuestros días. Pero no cerramos la lista, ya que el E.S., tal y como hemos dicho ya, puede dar dones diferentes hoy en día a los que dió a la Iglesia en el primer Siglo, y no está obligado a dar todos los de las listas mencionadas, si no quiere. El que está en control de los dones es el E.S. y es Él el que los concede según lo considera necesario.

Tras reflexionar acerca de este pasaje y de cómo debemos acercarnos a tema de los dones, vemos cláramente que lo que tenemos que hacer es centrarnos en servir al Señor, es ponernos manos a la obra con aquello que Él nos ha puesto delante, pidiendo a Dios capacidad y habilidad para llevar a cabo Su obra para Su propia gloria.


Que así sea.
 

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