jueves, 13 de marzo de 2014

Guerra Espiritual (Parte 3)

Con esta tercera parte, el estudio acerca de la Guerra Espiritual toca a su fin, y con él terminamos con la serie de estudios que empezamos hace ya 30 semanas dedicados temas de discipulado y crecimiento espiritual.

Dios mediante, en un par de semanas empezaremos una serie de estudios basados en el libro de Efesios, intentando hacer un recorrido por esta epístola y sacando conclusiones y enseñanzas bíblicas para nuestras vidas.

Espero que me acompañéis en esta nueva aventura, pero hoy lo que toca es rematar el asunto de la Guerra Espiritual, así que vamos a por él.

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Guerra Espiritual (Parte 3).

En los temas anteriores hemos visto los primeros 4 fundamentos (de un total de 7) referentes a la Guerra Espiritual. Hoy finalizaremos con los últimos 3 argumentos.

Fundamento # 5.

La salvación no nos da licencia para pecar. El pecado interrumpe nuestra comunión con Dios y cortocircuita el poder que Dios nos da a través de su Espíritu Santo.

Isaías 59.2, "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."

Romanos 6.16, "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?"

1 Corintios 6.12, "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna."

Gálatas 5.13, "Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros."

Fundamento # 6.

Cuando pecamos, la confesión, el arrepentimiento en humildad y recuperar la llenura del Espíritu Santo, nos restaurarán a una relación correcta con Dios.

Ya hemos cubierto el tema de la llenura del Espíritu, pero recordemos algunos puntos ahora:
  • Vamos a caer en pecado de vez en cuando.
  • Jesús ya ha pagado por nuestros pecados.
  • Dios perdona y se olvida de nuestros pecados.
  • Para ser limpiados y por tanto restaurar nuestra relación con Dios es necesario que confesemos los pecados, es decir, que estemos de acuerdo con Dios en que lo que hicimos no es correcto, y volvamos a ser llenos del Espíritu Santo.
  • Decir las cosas no basta. Hay que tener humildad genuina y arrepentimiento, (que significaba “cambiar de dirección”).

Fundamento # 7.
 
Por encima de todo, no importa lo malos que seamos. Sabemos que Dios aún nos ama, que aún somos “plenamente aceptos en El Amado”, y que Dios aún quiere que superemos nuestros problemas y que seamos más como Cristo. Y esto es lo que vamos a ver ahora

1) Dios aún te ama.

Romanos 5.8, "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

Romanos 8.38-39, "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. "

2) Aún somos aceptables a sus ojos.

Efesios 1.6-7, "para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,"

1 Juan 2.1-2, "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo."


3) Dios aún quiere que superemos nuestros problemas y seamos más como Cristo.

Romanos 8.28-29, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos."

2 Corintios 3.18, "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

¡Que Dios nos ayude!, AMEN.

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PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN.

1. Ya que Jesús ha pagado por mis pecados, y ya que nosotros hemos recibido la vida eterna, ¿Por qué no salimos ahí fuera y nos liamos a pecar? ¿Qué daño recibiríamos?

Realmente demostraríamos que no somos hijos de Dios, ya que sólo aquellos que “perseveren hasta el fin” recibirán la vida eterna.

2. ¿Qué efecto tiene tu pecado en Dios? ¿Qué pasa con tu relación con Él? ¿Hace esto que Dios deje de amarte?

Cuando peco, mi relación con Dios se debilita, e incluso se interrumpe. Dios aparta su poder de nosotros a través de su Espíritu. Pero Él nunca deja de amarnos.

3. ¿Cuándo pecas, que haces para restaurar tu relación con Dios?

Orar, arrepentirme e intentar restaurar mi relación con él por la oración y la lectura de su Palabra.

4. ¿Cuán importante es el arrepentimiento en la restauración de tu relación con Dios?

Es básico, porque es la prueba de que realmente queremos cambiar el rumbo y volver a tener una relación fuerte con Dios.
 

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