lunes, 24 de febrero de 2014

Guerra Espiritual (Parte 2)

Este domingo continuamos estudiando los dos fundamentos siguientes (de un total de siete) que todo creyente debería tener en cuenta al respecto de la guerra espiritual.

Os recuerdo que este estudio es continuación de otro en el que se daba la introducción al tema y los dos primeros principios.



Guerra Espiritual (Parte 2).
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Fundamento # 3.

Dios permite la adversidad causada por una de las cuatro causas estudiadas en el Fundamento 2 como una mezcla perfecta de dos principios bíblicos:

a) Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gálatas 6.7-8, "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."
b) Dios puede hacer incluso que lo malo sea bueno. Romanos 8.28, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

Aunque Dios tiene un plan perfecto y bueno para nosotros, puede que algunas de las fases o “facetas” de ese plan puedan no ser lo que llamaríamos “maravillosas”. Lo cierto es que recogemos aquello que sembramos, es decir, que toda causa tiene su efecto, según las leyes naturales del universo impuestas por Dios para mantener Su creación funcionando correctamente. Las leyes son impersonales, si tú las rompes, ellas te rompen a ti, sin importar quién o que seas.

No podemos decir entonces que Dios sea siempre la causa última de todos nuestros problemas. A veces sí lo es, pero no lo es siempre. De lo que sí que podemos estar seguros es de que Dios reaccionará a las pruebas, nos ayudará en ellas, no dejará que vayan más allá de lo que podríamos soportar (1 Corintios 10:13), y mezclado con un poco de su gracia, será usado para perfeccionar su plan para nosotros.

Veamos algunos ejemplos bíblicos:

1) José. Sus hermanos lo intentaron matar, luego lo vendieron como esclavo a unos nómadas y después siguió siendo esclavo en Egipto. La mujer de Potifar lo acusó falsamente de querer cosas deshonestas con ella y fue encarcelado. Luego fue olvidado en la prisión por el jefe de los coperos de Faraón. Pero todo esto era parte del plan de Dios para exaltar a José como la segunda persona más poderosa en el mundo, y para que por él, se salvara la semilla de Abraham de la sequía y la hambruna.
2) Moisés. Tuvo que irse de Egipto para escapar de la furia de Faraón. Allí no sólo encontró a la mujer que sería su mujer, sino que recibió el mejor entrenamiento para prepararle para el ministerio que Dios le tenía preparado. Cuarenta años atendiendo a un grupo de ovejas tercas y egoístas le dieron un buen entrenamiento para atender a un grupo de israelitas tercos y egoístas.
3) Noé. No tuvo que ser agradable pasar 120 años construyendo un inmenso arca en su jardín ante las burlas de la gente de su tierra y a muchos kilómetros del mar más cercano. Pero esto le sirvió para que él y su familia se salvaran del diluvio y así fueran usados por Dios para llevar a cabo la “limpieza” del mundo.
4) Jesús. Fue escupido, azotado, coronado con espinas y colgado de una cruz. Tuvo que sufrir la separación de su amado Padre, aceptando la humillación y soportando la experiencia y el horror de nuestro pecado aplicado sobre su cuerpo santo. Pero la obra de Dios a través de Cristo fue cumplir Su plan perfecto de salvación para la humanidad caída y darnos una posibilidad de salvación. Hebreos 12:2 Hebreos 12.2, "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Fundamento # 4.

Los cristianos deben escapar de la tentación y resistir al diablo.

De cuando en cuando oímos que los cristianos debemos resistir la tentación y escapar del Diablo. Pero en la Biblia se nos dice que hagamos justo lo contrario, es decir, debemos huir de la tentación y resistir al Diablo.

Respecto a la Tentación, la Biblia nos dice:

    1 Timoteo 6.10-11, "porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre."

2 Timoteo 2.22, "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor."
   
Respecto al Diablo, la Biblia nos dice:

Efesios 6.10-11, "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."

Santiago 4.7-8, "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."

1 Pedro 5.8-9, "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."

¿Cómo reaccionarías si, estando durmiendo, oyes que entra un ladrón en la casa? Pues igual haremos con Satanás. Veámoslo en el siguiente cuadro.


Ladrón
Satanás
Paso 1: Detección.
(Esto nos da ventaja)
“Creo que hay un ladrón en mi casa”
Creo que Satanás está intentando hacerme pecar
2 Corintios 2.11, "para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones. "
Paso 2: Armarse.
Pongámonos “a su altura”. Cojamos, por ejemplo, una pistola.
“Encomendémonos a Dios”. Pidamos a Dios que nos ayude en la guerra contra Satanás. Por nosotros mismos no podemos ganarle. Salmos 59.9, "A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa."
Paso 3: Atrapar.
“¡Alto Ahí!, ¡Levanta las manos o disparo!”
Resiste al diablo, y el huirá de vosotros”. Enfrentémonos a él, como lo hizo Jesús. Nuestra arma es: “La Palabra”.
Efesios 6.13-17, "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;"
Paso 4: Pedir Refuerzos.
Llama a la policía y que vengan “a toda leche”.
Permanece cerca de Dios, y Él permanecerá cerca de ti”. Después de la lucha, pasa un poco de tiempo en oración o leyendo la Palabra de Dios, para asegurarte la victoria y para reforzarte a ti mismo.

Recuerda que nunca venceremos a Satanás, sólo podemos resistirle con la ayuda de Dios.

En el paso 3, "Atrapar", es interesante estudiar cómo Jesús enfrentó la tentación de Satanás (Mateo 4) y cómo lo resistió. Podemos usar estos tres principios contra Satanás:

a) Enfrentarse a él directamente.
b) Mandarle que nos deje (o que cese sus actividades sobre nosotros).
c) Recordarle la autoridad con la que le mandamos esto: La Palabra de Dios.

Jesús, para resistir al diablo, citó textualmente la escritura. Por tanto observamos que la conocía y la tenía memorizada. Así pudo decirle al diablo que lo que él pedía iba en contra de la voluntad de Dios. Le pudo decir que tenía la autoridad de Dios con Él para mandarle que se alejara.

Aunque no recordemos la Biblia de memoria, sí que tenemos que saber de memoria los principios bíblicos aplicados para nuestras vidas. Así los podremos usar, aunque sea usando nuestras propias palabras. Pero eso requiere estudiar la Palabra, además de leerla. Si somos capaces de decir a Satanás en el momento de la tentación que no tiene ningún poder sobre nosotros y que nosotros debemos obedecer los mandamientos de Dios los cuales conocemos y recordamos, Satanás huirá.

PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN.

1.    ¿Cuál crees que es el objetivo de cada tentación de Satanás?

Trata de que seamos rebeldes a la autoridad de Dios, y que nos pongamos, una vez más, bajo su autoridad en lugar de la bajo la autoridad de Dios.

2.    ¿Puedes pensar en algún momento en el que Dios haya hecho que una mala situación se convirtiera en una buena?

Sí, en muchos.

3.    ¿Qué es lo mejor que puedes hacer cuando te encuentres en tentación?

Huir.

4.    ¿Qué es lo mejor que puedes hacer cuando te encuentres con Satanás?

Resistirle.

5.    ¿Cómo resistirás al Diablo en una situación concreta?

Enfrentándole, ordenándole que me deje y usando la palabra de Dios

6.    ¿Qué lugar tiene la Palabra de Dios en la guerra espiritual?

Es la espada que nos permite luchar y resistir los ataques del

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