domingo, 19 de enero de 2014

La oración (Parte 1)

Tras terminar de estudiar "La Palabra", "La Comunión" y "El Testimonio", hoy hemos empezado a estudiar el tema de "La Oración".

Este es un asunto crucial para los cristianos y es uno de los temas más importantes que deben ser estudiados.

En esta primera parte vamos a repasar algunos conceptos básicos que debemos conocer acerca de la oración, eliminando algunas ideas erróneas que hay alrededor de este tema.

Espero que el estudio de este tema nos ayude a orar más y de una forma más correcta.

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La Oración (Parte 1).

Base bíblica:

Todos sabemos que si queremos mantener una relación con alguien, es necesario comunicarnos con esa persona. No comunicación = No relación. Es así de simple. En tanto que queremos mantener una relación con Dios, tenemos que hablarle. A esto lo llamamos orar o rezar.

Jesús nos dijo en la Gran Comisión recogida en Mateo 28:19-20 “haced discípulos... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado...”. Él nos dejó un montón de instrucciones acerca de la oración, veamos algunas:

· Mateo 5.44, Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
· Mateo 6.5-9, Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
· Mateo 7.7-8, Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
· Mateo 24.20, Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
· Mateo 26.41, Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
· Marcos 11.24-25, Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
· Marcos 13.33, Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.
· Lucas 11.2, Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
· Lucas 18.1, También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
· Lucas 21.36, Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
· Juan 14.13-14, Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
· Juan 15.7, Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
· Juan 15.16, No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
· Juan 16.24-27, Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre. En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.

Robert A. Cook dijo: “La oración es un llanto. Las matronas esperan que un niño recién nacido llore como primera evidencia de vida. Si no lo hace le pegan unos azotes para provocar ese llanto. Si aún así, el niño continúa en silencio, saben que pronto estará muerto.”

¿Recordáis los cuatro radios de la rueda del crecimiento cristiano? ¿Cuáles son? Palabra, Oración, Testimonio y Comunión. Hay radios que son más fáciles de mantener firmes: La Palabra, que muchas veces se hace un libro interesante, y la Comunión, en la que nos sentimos cómodos por nuestra naturaleza gregaria, son radios agradables. Hay otros más difíciles: El Testimonio, que nos obliga a superar nuestras vergüenzas, y la Oración, que a veces se hace aburrida y monótona. Pero cuando practicamos la oración y el testimonio, descubrimos trazos de distinto color. Es más duro, pero más gratificante también.

Satanás sabe que la oración anula su poder en nosotros, y el testimonio hace que la gente se convierta y que, de alguna forma, pierda seguidores. Esto hace que su acción se concentre en anular específicamente estas dos prácticas en la vida de los creyentes.

Lo que hoy vamos a repasar es solo el principio de lo que vosotros debéis continuar con hábito, constancia y perseverancia.

Empecemos con algunas preguntas de reflexión personal (plantear estas preguntas a los alumnos, dejar que contesten, pero no responderlas de momento):

·  ¿Cuál es vuestro trasfondo con respecto a la oración? ¿La practicáis mucho?
·  ¿Piensas que Dios va a contestar vuestras oraciones?
·  ¿Sobre que oramos?
· ¿Por qué creéis que los cristianos oran?. Si Dios es omnisciente, ¿Por qué quiere que oremos?.
· ¿Piensas que la postura en la que se ore es importante? ¿Es necesario hacerlo con los ojos cerrados?.

Cosas que un nuevo cristiano debería saber acerca de la oración.

1.      La oración es simplemente hablar con Dios.

Nuestra relación con Dios es parecida a la relación con otras personas, por ello, el nos pide que conversemos con Él, igual que haríamos con otras personas.
Dado que la esencia de la vida cristiana es mantener una relación personal con Dios y dado que la comunicación entre dos personas es vital para construir la relación entre ellas, debemos hablar con Dios para tener una relación con Él.

· Génesis 18.22-33, Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.
· Mateo 6.9-13, Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
· Mateo 11.25-26, En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.

2.      Podemos orar sobre lo que queramos, en cualquier momento y lugar.

Algunos piensas que a Dios no hay que molestarle con cosas insignificantes, y que Dios anda muy ocupado resolviendo grandes problemas: guerras, catástrofes naturales, terrorismo, y cosas así. Nada más lejos de la realidad. Proverbios 15.8, “El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es Su gozo.”

A Dios le encanta escucharnos, para lo que sea. Dios es Todopoderoso y Omnipresente, por lo que no deja de atender otros asuntos para “escucharnos”.

Salmos 18.1, Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. (Para expresar amor)
Mateo 6.11, El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. (Por necesidades cotidianas).
Filipenses 4.6-7, Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Por todo)
1 Juan 5.14, Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (Por todo)

Salmos 55.17, Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.
Salmos 88.1, Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.
Lucas 10.21, En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. (de forma espontánea)

1º Samuel 1.9-10, Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.
Mateo 6.6, Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 14.23, Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Mateo 18.19-20, Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Marcos 1.35, Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

Es decir, sobre cualquier cosa, en cualquier tiempo y lugar.

3.      Dios oye nuestras oraciones.

Orar no es una forma de meditación. Es una conversación genuina. Tu hablas y Dios escucha. El nos contesta por su palabra, o a través de las circunstancias, o directamente por su Espíritu puesto en nosotros.

1 Pedro 3.12, Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

4.      Dios puede contestar nuestras oraciones de tres formas: Sí, No o Espera.

El pedir algo a Dios no nos garantiza que lo vayamos a conseguir. Dios es más sabio que nosotros mismos. El sabe que hay cosas que pedimos que son buenas para nosotros y para sus propósitos en nosotros. Para estas peticiones contesta “Sí”. Algunas peticiones son malas para nosotros o no cumplen Su propósito en nosotros. Para ellas su respuesta es “No”. A veces nuestras peticiones deben esperar y Él contesta “Sí, pero ahora No”. Nuestra actitud debe ser de paciencia y aceptar la respuesta del Señor como lo mejor.

5.      Hay 4 tipos de oración: Adoración y Alabanza, Confesión, Acción de Gracias, Súplica e Intercesión (Para recordarlo, yo uso el acróstico AD/AL CAGRASI).

La oración no es solo pedir, pedir y pedir. Imaginaros una relación con un amigo que nunca nos pregunta por nosotros, o que no habla de nada de lo suyo. Sólo pide, pide y pide. Esta relación sería inviable en la vida real, y de igual forma debe ser en nuestra relación con Dios.

Veamos un ejemplo de cada tipo de oración:

Adoración/Alabanza: 1 Timoteo 1.17, Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Confesión:                    1 Juan 1.8-10, Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Acción de Gracias: 1 Tesalonicenses 5.18, Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Súplica/Petición: 1 Juan 5.14-15, Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Intercesión:                  Santiago 5.16, Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.


PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN

1.      ¿Por qué oras?

Por amor a Dios, para comunicarme con Dios, para decirle a Dios las cosas que me pasan y las cosas que me preocupan, para pasar tiempo con Dios haciendo algo que sé que le agrada, ....

2.      ¿Por qué crees que Dios inventó la oración?

Para proveernos de una forma de comunicación con Él. Para que pudiéramos acercarnos a Él y tener una relación más íntima y personal con Él.

3.      ¿Piensas que tu oración en público es diferente a cuando la haces en privado?. Si es así, ¿Por qué crees que esto sucede?

No, es igual. A veces, los nervios hacen que se utilicen fórmulas en público que no se usan en privado, pero esto es un error y hacen la oración artificial e impersonal.

4.      ¿Has tenido tiempos personales de oración últimamente?

Sí.

5.      ¿Sobre qué cosas has estado orando?

Por la oración he alabado y adorado a Dios. También he confesando mis pecados. He tratado de reconocer lo que Dios me da y he dado gracias por ello. He pedido por problemas personales, inquietudes personales, los problemas en el mundo, por mis seres queridos, etc... También he intercedido por aquellos que aún no conocen a Dios, para que Dios actúe en sus vidas y en sus almas.

6.      ¿Sobre qué cosas podría yo orar por ti?
......

7.      ¿Tienes dudas acerca de orar por ciertos temas?. Si es así, ¿Te importaría decirme cuáles? ¿Tienes alguna razón para dudar?

No, cualquier tema es digno de ser llevado a Dios en oración. No hay razones para dudar que Dios pondrá toda su atención en mis preocupaciones, si es que yo estoy haciendo mi parte, claro.

8.      Cuando Dios no contesta una de tus oraciones, ¿Qué crees que ocurre?

Pueden ocurrir varias cosas. 1) Que su respuesta sea Sí pero ahora No, por lo que debo tener paciencia y esperar en Él, 2) Que su respuesta sea No, pero yo no quiera verlo, por lo que nunca llegará la respuesta, 3) Que no me conteste porque mi actitud como cristiano, o en la oración, o en mi relación con Él no sea la correcta (pecados no confesados, oraciones no sinceras, peticiones mal hechas (para nuestros deleites), etc...).

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