domingo, 17 de noviembre de 2013

El sermón de hoy: Prioridades en las decisiones (1 Co. 10:23 - 11:1)

El Sermón de hoy ha sido muy interesante y especialmente pertinente para los tiempos que corren. Hemos reflexionado acerca de las prioridades que nos llevan a tomar ciertas decisiones.

Si quieres escuchar el sermón "Prioridades en las decisiones" basado en el texto 1ª Corintios 10:23 - 11:1, predicado por David Rivero esta mañana en la IBAO, puedes hacerlo a través del siguiente link:


A continuación os dejo mis apuntes del sermón para que puedas hacerte una idea de su contenido en una lectura de 5 minutos. Te recomiendo que busques una biblia para poder seguir las referencias bíblicas, o si no puedes usar alguna Biblia on-line, como "BibleGateway" (http://www.biblegateway.com/passage/?version=RVR1960).

Espero que sea de bendición para todos los lectores.

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Título: Prioridades en las decisiones.
Lectura: 1 Corintios 10:23-11:1
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En los capítulos anteriores Pablo ha estado intentando explicar cómo debemos conducirnos en las situaciones dudosas, es decir, en las que Dios no ha dicho claramente si están bien o mal.

Sabemos que la voluntad de Dios es justa y cierta, y donde él dice que algo es bueno o malo, no dudamos en admitirlo. Pero ¿Cómo debemos comportarnos cuando estamos ante un asunto que no está claro?

Algunos dicen que debemos orar hasta que estemos a gusto con lo que hacemos. Lo importante no es el otro, sino sentirnos a gusto y en paz con lo que hacemos, y encontramos en la oración la excusa para hacer o dejar de hacer algo. Pero muchas veces debemos sospechar cuáles son las respuestas que creemos recibir de parte de Dios a nuestras oraciones, porque tenemos la tendencia a escuchar la voz de nuestros propios deseos en lugar de la voz de Dios.

Así que ponemos tener tranquilidad y paz interior por cosas por las que no deberíamos tener ni paz ni tranquilidad.

Miremos el caso de Jonás. Él oró, tuvo paz con su decisión. La providencia parecía darle la razón (había un barco con un camarote para él), pero estaba actuando en contra de la voluntad de Dios.

Entonces, ¿Cómo decidir en estos asuntos dudosos? ¿Hay algunas directrices? El apóstol Pablo dice que sí, y vemos que se basa en las prioridades del cristiano, las cuales se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo ( Mat 22:34-40 ). Eso es lo que el Señor había dicho, y era algo básico para cualquier cristiano.

Pablo acude a este mandamiento en caso de duda y lo resume en el versículo 31, y lo vemos también en la idea que deja caer en el v. 24.

1.- ¿Que significa hacerlo todo para la gloria de Dios? Significa que hagamos lo que hagamos el reconocimiento recaiga en Dios y nosotros seamos sólo su reflejo. Significa que cuando alguien analice nuestras vidas, sólo puedan explicarlo en términos de la transformación hecha por Dios en nuestra vida.

Pedro instó a sus lectores a vivir en integridad para dar la gloria a Dios ( 1 Pe 2:11-12 ) e incluye también la idea de abstenernos de los deseos carnales.

¿Cuál era la filosofía que movía a muchos en la iglesia de Corinto? Veamos el v.23. Pero ¿Realmente TODO me es lícito? Ya vimos en 1 Co 6:12 que el apóstol ya usó esta misma fórmula. Realmente esto es una referencia a un dicho popular entre los Corintios. Así Pablo no está confirmando literalmente que "todo sea lícito", sino que cita el "refrán" de los Corintios para luego oponer la idea cristiana.

Realmente podríamos decir: "vosotros decis que "todo me es lícito", pero no es cierto, porque no todo conviene".

Así, no todo es lícito para el cristiano, sino que el límite que pone Pablo es: ¿Glorifica a Dios lo que hago? ¿Edifica a la iglesia y a mis  hermanos? Esto es lo que debe guiarnos a tomar las decisiones y no nuestra tranquilidad o paz interior.

2.- ¿Que quiere deciepr que todo debe edificar? El cristiano también debe tener en mente el bien del otro: "no todo edifica".

Pero nuestro prójimo puede ser un creyente o un no creyente, y hay que tener en cuenta las necesidades de cada uno de estos grupos de personas.

En primer lugar están nuestros prójimos creyentes. ¿Cuáles son sus necesidades? Lo más importante es la edificación mutua, es decir, que el hermano vea su fe reforzada por lo que nosotros hacemos.¿Fomentamos la madurez cristiana de nuestro hermano?

Por otro lado están los prójimos no creyentes, y estos también entran dentro del mandato de amar al prójimo como a mi mismo. Y ¿Cuál es la prioridad principal de los no creyentes? La salvación, por lo que debemos predicar y evangelizar a los no creyentes, pero también nuestras vidas deben ser coherentes con lo que predicamos, porque este testimonio será lo que más hablará de lo que realmente creemos.

Así no se trata de que nuestras decisiones sean tomadas teniéndonos a nosotros en cuenta, sino que se trata de pensar en el prójimo y en Dios y su gloria.

¿Que excusas ponemos para no darle la prioridad principal a Dios y al prójimo? Lo primero en nuestras vidas debe ser Dios y después nuestro prójimo.......... y detrás de estas dos cosas,ya nos podemos poner nosotros

Pablo no se conforma con dar la teoría, sino que después la ilustra. Y en este caso concreto nos pone el siguiente ejemplo ( 1 Co 10:25-30 )

En el ejemplo, vemos que el cristiano debe ser libre de comprar y comer de todo lo que se pone delante de él, porque ¿Quién es el que provee de esa carne? Así, lo único que debemos hacer es comerlo con acción de gracias. Este es el caso de lo que comemos en privado.

Pero ¿Que pasa si comemos en casa de un incrédulo?. Simplemente comemos lo que nos ofrezca, excepto en el caso de que se ponga de manifiesto que la carne ha sido sacrificada a los ídolos. En este caso debemos poner la conciencia del prójimo por delante de la nuestra propia y deberíamos abstenernos, aunque en nuestra propia conciencia pensemos que podríamos comerla.

No debemos poner nuestra libertad por delante del prójimo (cf. con 1 Co 10:32-33 ). El cristiano tiene razones para no ser piedra de tropiezo a otros. No debemos poner nuestra fe a criterio de los demás. Los principios cristianos son más importantes que nuestra propia reputación. No son decisiones fáciles, pero nuestros principios deben ser firmes para que no nos pille por sorpresa.

¿Nos hemos dado cuenta de una curiosidad? El apostol dice que el cristiano puede tomar de lo sacrificado a los ídolos en privado porque del Señor es toda la creación ( Sal 24:1 ), pero en el v. 28 usa la misma cita para justificar que se abstenga.

En el primer caso, la carne forma parte de la provisión de Dios, pero en el caso de abstenerse, hay que tener en cuenta que el Señor nos proveerá también, aunque no comamos esa carne.

¿Por que este asunto es tan central en esta epístola? (se le dedican 3 capítulos. El asunto es que muchos cristianos en la Iglesia de Corinto habían perdido el rumbo, porque tanto los fuertes como los débiles reclamaban sus derechos olvidándose de la gloria de Dios y del prójimo.

¿Y nosotros? ¿Cómo tomamos nuestras decisiones? ¿La iglesia se edifica por las decisiones que tomamos?, ¿Nuestro prójimo está como prioridad en mis decisiones? ¿Es Dios la prioridad en mis decisiones y en mi vida, o seguimos viviendo vidas religiosas pero apartadas de Dios y según nuestras propias normas?

Vivamos para la gloria de Dios y para el bien de nuestro prójimo. ¡Ese es nuestro reto!.

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