Efésios, 1 : 7 – 12.
TEMA: Las Bendiciones
Espirituales que recibimos del Señor (II).
Lectura: Efésios,1:3-14.
Introducción:
Al terminar el Domingo pasado mi exposición se acercó un
hermano de la iglesia y me comento que al final del libro de Efésios aparecía
un personaje llamado Tíquico que fue enviado por Pablo a Éfeso y esto apoyaba
la idea de que la carta a los Efésios iba destinada a los Efésios. He
investigado un poco a este personaje llamado Tíquico para que todos aprendamos
un poco mas de él.
El nombre de Tíquico significa “el que tiene fortuna”
según el Diccionario Bíblico Ilustrado de Samuel Vila y Darío Santa María.
La primera referencia que aparece en la Biblia a este
personaje está en Hechos 20: 2 – 4 :
“Y después de recorrer aquellas regiones
, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber
estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para
cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le
acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica,
Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico
y Trófimo. Estos habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.”. Un poco
después en el v16, se nos dice: “Porque Pablo se había propuesto pasar de
largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, ....”. Es decir, que Pablo no
pasó por Éfeso a la vuelta de su tercer viaje misionero, pero se sabe que iba
acompañado del tal Tíquico.
La segunda aparición de este personaje se halla en Efésios
y después de esta en Colosenses 4: 7 – 9
: “Todo lo que a mí se refiere, os lo
hará saber Tíquico, amado hermano y
fiel ministro y consiervo del Señor, el cual he enviado a vosotros para esto
mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros
corazones, con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros.”
Su cuarta aparición se halla en Timoteo, tal y como vemos
en 2ª Ti,4:12 (Leo desde el 11) : ”Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y
tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Éfeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé
en Troas en casa de Carpo, ...”, osea que efectivamente, Tíquico también
fue enviado a Éfeso por un Pablo encarcelado.
La quinta y última aparición de Tíquico en las escrituras
la encontramos en Tito, 3 – 10 : “Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en
Nicópolis, porque alli he determinado pasar el invierno.”.
Según observamos en Colosenses 4:7 – 8, Efésios 6:21 y
Filemón 12, podemos pensar que Tíquico y Onésimo hicieron un viaje enviados por
Pablo para visitar estas iglesias y contactar con algunos hermanos, como el
caso de Tito, y probablemente
entregar las cartas a los Colosenses , Efésios y Filemón respectivamente. La
designación de este personaje como “ministro” en los pasajes de Efésios y
Colosenses, implican una total dedicación a la obra. Muestra un carácter lleno
de afecto y fe y digno de la gran confianza depositada en él por Pablo.
Por tanto, efectívamente, la aparición de este personaje
podría reforzar la hipótesis de que la carta a los Efésios fue dirigida a un
grupo de Iglesias que estaban en Éfeso.
De todos modos, la epístola sigue teniendo el mismo
carácter general que resaltábamos en el estudio del domingo pasado, y debemos
interpretarla como dirigida a nosotros. Ya vimos que otras cartas se pueden
centrar en un contexto muy específico, como Gálatas, y que se deben entender
dentro de su contexto, pero esta es una carta de exhortación y recordatorio
para identificar y resaltar determinados aspectos en la vida de los creyentes
que de forma general deberíamos aplicar, independientemente de nuestro contexto
individual.
Para resumir un poco lo que vimos el último día, voy a
destacar en forma de guión los puntos mas importantes:
·
Como acabo de indicar, podemos considerar que
Efésios es un escrito que va dirigido de forma general a todos los creyentes
que están “en Cristo”. Por tanto nos
habla a nosotros directamente.
·
El tema central sería: “lo que el creyente ES en Cristo (caps. 1 –
3) y qué DEBE HACER puesto que está en Cristo (caps. 4 – 6).
·
Por último vimos que el creyente es receptor de
“toda
bendición espiritual” y en esta asignación intervienen las tres
personas de la Trinidad: Dios nos escoge, Jesús nos redime y el Espíritu Santo
nos sella, desarrollando la primera de ellas.
Desglose (2ª Parte: Ef, 1:7-12): Jesucristo Nos Ha Redimido.
En esta segunda parte que abarca los versículos 7 al 12
encontramos la parte que le corresponde a la segunda persona de la Trinidad: Jesucristo,
el hijo. La segunda persona de la trinidad ha estado presente en la primera
parte del texto como mediador entre Dios y nosotros (v5: ... adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo...). También aparece como aquel lugar
(“geográfico”) donde se encuentran los creyentes: “en Cristo”. resaltando “los
celestiales en Cristo” o como traduce la versión Reina Valera “los
lugares celestiales en Cristo” como el estado en el que se encuentra un
creyente cuando esta en Cristo, y es en “el amado (en Cristo) en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Esta misma frase aparece en Col.1:13 – 14 :
“...el
cual (Dios) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y (nos ha) trasladado
al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón
de pecados.”. Aquí de nuevo aparecen “los lugares celestiales en
Cristo” como “el reino de su amado hijo” y de nuevo aparecen vinculados a la
redención por su sangre y el perdón de pecados. Pablo parece querer indicarnos
que esta ligado el hallarse “en Cristo” y el ser redimidos.
A lo largo de toda la escritura (Hch.20:28, 1Co.6:20,
1P.1:18-20) se nos muestra que la sangre de Jesús es “el precio infinito de
compra de nuestra redención” (CBM). También merece la pena fijarse en que si “solo
Dios puede perdonar pecados” como observaron los fariseos en Mr.2:7
(pasaje del paralítico que descuelgan del techo), el hecho de que Jesús perdone
es prueba de que es Dios.
¿Qué debe hacer el creyente para obtener esto? Ya lo vimos
en la primera parte, pero aquí se repite: Nada. Todo esto lo obtenemos porque
Dios es rico en gracia y abundante en amor. Hay una ausencia absoluta de mérito
humano.
Y esta gracia no solo abundo sino que sobreabundó. Esto me
recuerda un pasaje en Ro. 5:20 : “Pero la ley se introdujo para que el pecado
abundase, mas cuando el pecado abundó,
sobreabundó la gracia”. Esta
gracia ha sobreabundado en nosotros, para que tengamos “toda sabiduría e inteligencia”.
El Señor nos ha dado a conocer a aquellos que somos
redimidos por Jesús el misterio de su voluntad. Literalmente, la palabra
usada para “misterio” se podría traducir por “secreto”, dando una idea de algo
no revelado con claridad y que ahora se ha dado a conocer. Para intentar
aclarar un poco este punto de la sabiduría y ver que se halla en perfecta
concordancia con el resto de las escrituras, he seleccionado, de las muchas
referencias que existen, dos que me parecen dignas de destacar (o al menos a mí
me tocan de una forma un poco más especial):
1.- Recordemos
el pasaje de la purificación del templo que aparece en Jn.2:13 – 22. En él los
judíos pedían una señal a Jesús para que demostrase que era auténticamente el
hijo de Dios. El dijo: “Destruid este templo y en tres días lo
levataré”. NADIE entendió este pasaje porque Jesús hablaba del “templo
de su cuerpo”. En el v.22 se nos aclara que “Por tanto, cuando resucitó de
entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron
la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”. Realmente la señal
que demandaban los Judíos fue dada, pero solo aquellos que recibieron “toda
sabiduría e inteligencia” lo supieron entender.
2.- Como
segundo texto he elegido el final de la epístola a los Romanos, la cual es
admirada por todos nosotros y considerada como una de las mas “fuertes” desde
el punto de vista doctrinal. Pues bien, después de terminar la carta y dar
todas las salutaciones finales, e incluso haber dicho “Amen”, hay 3 versículos
que parece que se hallan fuera de contexto pero en realidad son una elaborada
forma de alabanza a Dios cargada de información (Doxología final): Ro 16:25 –
27. “Y al que puede fortaleceros según mi
evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que
se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que se ha manifestado ahora
y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno,
se ha dado a conocer a todas las naciones para que obedezcan a la fe, al único
y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amen”
Después de esto, “machaca” una vez más que todo esto se
hace porque es el propósito de Dios según su beneplácito y por supuesto sin que
nadie tenga que hacer nada más para obtenerlo.
Y podemos preguntarnos .... ¿Cuál es su voluntad revelada
a nosotros?. En el siguiente versículo tenemos la respuesta: “el
cual se había propuesto en sí mismo reunir todas las cosas en Cristo, .... ,
así las que están en el cielo como las que están en la tierra.”. Si nos
fijamos en lo que pone en Col.1:18 : “... y él (Cristo) es la cabeza del cuerpo
que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia”. Entonces podemos decir que
“Puesto que Cristo ocupa un puesto eminente en el propósito de Dios en el
universo y en la Iglesia, el hombre para el cual Cristo no ocupa un lugar preeminente
está del todo desarmonizado respecto
al propósito del Padre” (CBM).
La reunión de todas las cosas en Cristo, se hará “en la
dispensación del cumplimiento de los tiempos”.
NOTA: La palabra dispensación proviene del original oiconomia (oikonomía) que
significa, en primer lugar, la administración de una casa (de ella proviene
economía). En las escrituras, señala la administración distintiva de cada uno
de los “tiempos” o “siglos” que componen el espacio entre la creación y el
“cumplimiento” que aquí denota. No me gustaría caer en el “dispensacionalismo”,
en el cual, se ha exagerado la diferencia entre un periodo y otro, como si
fueran entidades individuales y estancas y en donde se pierde, de alguna forma,
la unidad del plan de Dios a través de los Siglos. A pesar de esto, el tema de
“los siglos”, “los tiempos” y “las dispensaciones” es importante, y cualquier
estudiante “serio” de las escrituras no puede ignorar la diferencia de
“administración divina” que se revela antes y después del llamamiento de Abraham,
antes y después de la promulgación de la Ley, antes y después del advenimiento
de nuestro señor Jesucristo, etc.
En el versículo 11 vemos cómo “en él asimismo tuvimos herencia”.
Si estamos en Cristo y somos bedecidos con ser adoptados “como hijos adultos”
de Dios, tenemos una herencia. Vemos que ademas de ser predestinados para ser “adoptados hijos suyos” somos
predestinados para recibir esta herencia y por “enésima” vez repite que es por
“el
designio de su voluntad”.
Llegados a este punto podemos decir que las palabras “predestinados”,
“propósito”, “designio” y “voluntad” tienen una relación muy íntima que nos
hace ver en este pasaje la más clara y sublime referencia a la soberanía de
Dios de toda la Bíblia. Me gustaría decir que en realidad en la Biblia aparecen
dos ideas de forma paralela: la idea de la soberanía de Dios y la idea de la
responsabilidad del hombre. Yo pienso que basándonos al 100% en las Escrituras
no podemos entender como pueden relacionarse e interactuar ambas, pero lo que
si os puedo asegurar es que ambas
las podemos creer porque se hallan contenidas en la palabra.
Continuando con el texto, me gustaría resaltar que esta
segunda parte referente a “la redención
que tenemos en Cristo”, termina con el fin de todo esto “a fin
de que seamos para alabanza de su gloria” que como vemos es exactamente
el fin que vimos para la primera parte referente a la “elección que tenemos de Dios”: “(v6) ...para alabanza de la gloria de su
gracia”.
Y ya para terminar, os diré que algunos, entre los cuales
me incluyo, opinan que Pablo se identifica con aquellos que “primeramente
esperaban en Cristo”, es decir el pueblo judío (recordemos que Pablo es
de origen Judío-fariseo). El “nosotros” de esta frase contrasta mucho con el “vosotros”
del siguiente versículo lo cual apoya esta idea. Pero esto lo veremos mas en
detalle cuando estudiemos el versículo 13.
Con esto terminamos la segunda sección, dejando pendiente
para el domingo que viene la parte que le corresponde al Espíritu Santo, que
como ya hemos dicho, es “sellarnos”
para esta herencia.
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