martes, 11 de noviembre de 2014

Estudio de Efesios 1:7-12. Las Bendiciones Espirituales que recibimos del Señor (II)

Efésios, 1 : 7 – 12.

TEMA: Las Bendiciones Espirituales que recibimos del Señor (II).

Lectura: Efésios,1:3-14.

Introducción:


Al terminar el Domingo pasado mi exposición se acercó un hermano de la iglesia y me comento que al final del libro de Efésios aparecía un personaje llamado Tíquico que fue enviado por Pablo a Éfeso y esto apoyaba la idea de que la carta a los Efésios iba destinada a los Efésios. He investigado un poco a este personaje llamado Tíquico para que todos aprendamos un poco mas de él.

El nombre de Tíquico significa “el que tiene fortuna” según el Diccionario Bíblico Ilustrado de Samuel Vila y Darío Santa María.

La primera referencia que aparece en la Biblia a este personaje está en Hechos 20: 2 – 4 : “Y después de recorrer aquellas regiones , y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.”. Un poco después en el v16, se nos dice: “Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, ....”. Es decir, que Pablo no pasó por Éfeso a la vuelta de su tercer viaje misionero, pero se sabe que iba acompañado del tal Tíquico.

La segunda aparición de este personaje se halla en Efésios y después de esta en Colosenses 4: 7 – 9 : “Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo del Señor, el cual he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros corazones, con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros.

Su cuarta aparición se halla en Timoteo, tal y como vemos en 2ª Ti,4:12 (Leo desde el 11) : ”Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Éfeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, ...”, osea que efectivamente, Tíquico también fue enviado a Éfeso por un Pablo encarcelado.

La quinta y última aparición de Tíquico en las escrituras la encontramos en Tito, 3 – 10 : “Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque alli he determinado pasar el invierno.”.

Según observamos en Colosenses 4:7 – 8, Efésios 6:21 y Filemón 12, podemos pensar que Tíquico y Onésimo hicieron un viaje enviados por Pablo para visitar estas iglesias y contactar con algunos hermanos, como el caso de Tito, y probablemente entregar las cartas a los Colosenses , Efésios y Filemón respectivamente. La designación de este personaje como “ministro” en los pasajes de Efésios y Colosenses, implican una total dedicación a la obra. Muestra un carácter lleno de afecto y fe y digno de la gran confianza depositada en él por Pablo.

Por tanto, efectívamente, la aparición de este personaje podría reforzar la hipótesis de que la carta a los Efésios fue dirigida a un grupo de Iglesias que estaban en Éfeso.

De todos modos, la epístola sigue teniendo el mismo carácter general que resaltábamos en el estudio del domingo pasado, y debemos interpretarla como dirigida a nosotros. Ya vimos que otras cartas se pueden centrar en un contexto muy específico, como Gálatas, y que se deben entender dentro de su contexto, pero esta es una carta de exhortación y recordatorio para identificar y resaltar determinados aspectos en la vida de los creyentes que de forma general deberíamos aplicar, independientemente de nuestro contexto individual.

Para resumir un poco lo que vimos el último día, voy a destacar en forma de guión los puntos mas importantes:

·         Como acabo de indicar, podemos considerar que Efésios es un escrito que va dirigido de forma general a todos los creyentes que están “en Cristo”. Por tanto nos habla a nosotros directamente.
·         El tema central sería:  “lo que el creyente ES en Cristo (caps. 1 – 3) y qué DEBE HACER puesto que está en Cristo (caps. 4 – 6).
·         Por último vimos que el creyente es receptor de “toda bendición espiritual” y en esta asignación intervienen las tres personas de la Trinidad: Dios nos escoge, Jesús nos redime y el Espíritu Santo nos sella, desarrollando la primera de ellas.

Desglose (2ª Parte: Ef, 1:7-12): Jesucristo Nos Ha Redimido.

En esta segunda parte que abarca los versículos 7 al 12 encontramos la parte que le corresponde a la segunda persona de la Trinidad: Jesucristo, el hijo. La segunda persona de la trinidad ha estado presente en la primera parte del texto como mediador entre Dios y nosotros (v5: ... adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo...). También aparece como aquel lugar (“geográfico”) donde se encuentran los creyentes: “en Cristo”. resaltando “los celestiales en Cristo” o como traduce la versión Reina Valera “los lugares celestiales en Cristo” como el estado en el que se encuentra un creyente cuando esta en Cristo, y es en “el amado (en Cristo) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.  Esta misma frase aparece en Col.1:13 – 14 : “...el cual (Dios) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y (nos ha) trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”. Aquí de nuevo aparecen “los lugares celestiales en Cristo” como “el reino de su amado hijo” y de nuevo aparecen vinculados a la redención por su sangre y el perdón de pecados. Pablo parece querer indicarnos que esta ligado el hallarse “en Cristo” y el ser redimidos.

A lo largo de toda la escritura (Hch.20:28, 1Co.6:20, 1P.1:18-20) se nos muestra que la sangre de Jesús es “el precio infinito de compra de nuestra redención” (CBM). También merece la pena fijarse en que si “solo Dios puede perdonar pecados” como observaron los fariseos en Mr.2:7 (pasaje del paralítico que descuelgan del techo), el hecho de que Jesús perdone es prueba de que es Dios.

¿Qué debe hacer el creyente para obtener esto? Ya lo vimos en la primera parte, pero aquí se repite: Nada. Todo esto lo obtenemos porque Dios es rico en gracia y abundante en amor. Hay una ausencia absoluta de mérito humano.

Y esta gracia no solo abundo sino que sobreabundó. Esto me recuerda un pasaje en Ro. 5:20 : “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase, mas cuando el pecado abundó,  sobreabundó  la gracia”. Esta gracia ha sobreabundado en nosotros, para que tengamos “toda sabiduría e inteligencia”.

El Señor nos ha dado a conocer a aquellos que somos redimidos por Jesús el misterio de su voluntad. Literalmente, la palabra usada para “misterio” se podría traducir por “secreto”, dando una idea de algo no revelado con claridad y que ahora se ha dado a conocer. Para intentar aclarar un poco este punto de la sabiduría y ver que se halla en perfecta concordancia con el resto de las escrituras, he seleccionado, de las muchas referencias que existen, dos que me parecen dignas de destacar (o al menos a mí me tocan de una forma un poco más especial):

1.-       Recordemos el pasaje de la purificación del templo que aparece en Jn.2:13 – 22. En él los judíos pedían una señal a Jesús para que demostrase que era auténticamente el hijo de Dios. El dijo: “Destruid este templo y en tres días lo levataré”. NADIE entendió este pasaje porque Jesús hablaba del “templo de su cuerpo”. En el v.22 se nos aclara que “Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”. Realmente la señal que demandaban los Judíos fue dada, pero solo aquellos que recibieron “toda sabiduría e inteligencia” lo supieron entender.

2.-       Como segundo texto he elegido el final de la epístola a los Romanos, la cual es admirada por todos nosotros y considerada como una de las mas “fuertes” desde el punto de vista doctrinal. Pues bien, después de terminar la carta y dar todas las salutaciones finales, e incluso haber dicho “Amen”, hay 3 versículos que parece que se hallan fuera de contexto pero en realidad son una elaborada forma de alabanza a Dios cargada de información (Doxología final): Ro 16:25 – 27. “Y al que puede fortaleceros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que se ha manifestado ahora y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amen

Después de esto, “machaca” una vez más que todo esto se hace porque es el propósito de Dios según su beneplácito y por supuesto sin que nadie tenga que hacer nada más para obtenerlo.

Y podemos preguntarnos .... ¿Cuál es su voluntad revelada a nosotros?. En el siguiente versículo tenemos la respuesta: “el cual se había propuesto en sí mismo reunir todas las cosas en Cristo, .... , así las que están en el cielo como las que están en la tierra.”. Si nos fijamos en lo que pone en Col.1:18 : “... y él (Cristo) es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia”. Entonces podemos decir que “Puesto que Cristo ocupa un puesto eminente en el propósito de Dios en el universo y en la Iglesia, el hombre para el cual Cristo no ocupa un lugar preeminente está del todo desarmonizado respecto al propósito del Padre” (CBM).

La reunión de todas las cosas en Cristo, se hará “en la dispensación del cumplimiento de los tiempos”.

NOTA: La palabra dispensación proviene del original oiconomia (oikonomía) que significa, en primer lugar, la administración de una casa (de ella proviene economía). En las escrituras, señala la administración distintiva de cada uno de los “tiempos” o “siglos” que componen el espacio entre la creación y el “cumplimiento” que aquí denota. No me gustaría caer en el “dispensacionalismo”, en el cual, se ha exagerado la diferencia entre un periodo y otro, como si fueran entidades individuales y estancas y en donde se pierde, de alguna forma, la unidad del plan de Dios a través de los Siglos. A pesar de esto, el tema de “los siglos”, “los tiempos” y “las dispensaciones” es importante, y cualquier estudiante “serio” de las escrituras no puede ignorar la diferencia de “administración divina” que se revela antes y después del llamamiento de Abraham, antes y después de la promulgación de la Ley, antes y después del advenimiento de nuestro señor Jesucristo, etc.


En el versículo 11 vemos cómo “en él asimismo tuvimos herencia”. Si estamos en Cristo y somos bedecidos con ser adoptados “como hijos adultos” de Dios, tenemos una herencia. Vemos que ademas de ser predestinados para ser “adoptados hijos suyos” somos predestinados para recibir esta herencia y por “enésima” vez repite que es por “el designio de su voluntad”.

Llegados a este punto podemos decir que las palabras “predestinados”, “propósito”, “designio” y “voluntad” tienen una relación muy íntima que nos hace ver en este pasaje la más clara y sublime referencia a la soberanía de Dios de toda la Bíblia. Me gustaría decir que en realidad en la Biblia aparecen dos ideas de forma paralela: la idea de la soberanía de Dios y la idea de la responsabilidad del hombre. Yo pienso que basándonos al 100% en las Escrituras no podemos entender como pueden relacionarse e interactuar ambas, pero lo que si os puedo asegurar es que ambas las podemos creer porque se hallan contenidas en la palabra.

Continuando con el texto, me gustaría resaltar que esta segunda parte referente a “la redención que tenemos en Cristo”, termina con el fin de todo esto “a fin de que seamos para alabanza de su gloria” que como vemos es exactamente el fin que vimos para la primera parte referente a la “elección que tenemos de Dios”: “(v6) ...para alabanza de la gloria de su gracia”.

Y ya para terminar, os diré que algunos, entre los cuales me incluyo, opinan que Pablo se identifica con aquellos que “primeramente esperaban en Cristo”, es decir el pueblo judío (recordemos que Pablo es de origen Judío-fariseo). El “nosotros” de esta frase contrasta mucho con el “vosotros” del siguiente versículo lo cual apoya esta idea. Pero esto lo veremos mas en detalle cuando estudiemos el versículo 13.


Con esto terminamos la segunda sección, dejando pendiente para el domingo que viene la parte que le corresponde al Espíritu Santo, que como ya hemos dicho, es “sellarnos” para esta herencia.

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