EFESIOS 2 : 11 – 22.
Tema: La unidad del Cuerpo.
Resumen:
En la
primera parte del capítulo 2 de Efesios hemos visto cómo TODOS estábamos viviendo según las corrientes del mundo
conforme a la voluntad del diablo haciendo la voluntad de la carne y cómo
debido a ello estábamos muertos
en delitos y pecados. También vimos que según la misericordia de Dios para con nosotros y su gran amor, y a
pesar de nuestra situación, nos ha dado VIDA y nos ha resucitado con Cristo.
Al final y a modo de resumen nos
dice que somos salvos por gracia por medio de la fe y que no podemos hacer nada
nosotros porque es un don de Dios (uno mas de los dones que recibimos de Dios).
Lectura: Efesios 2 : 11 – 22.
Desglose:
Es
interesante recordar que esta carta esta escrita para gente que, a priori, son
griegos o asiáticos: “los efésios”. Según las creencias del antiguo testamento,
los que pertenecían al “pueblo elegido”, esto es los Judíos, les llamaban
gentiles, o lo que es lo mismo separados de la salvación de Dios.
El circunloquio usado por Pablo: “la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne” hace referencia a los Judíos, pero poniendo de
manifiesto aquello en lo que los judíos ponían el énfasis: pertenencia al
pueblo y las señales externas que lo atestiguaban. Es interesante y a la vez
clarificadora la traducción “Dios habla al hombre”: “Así pues, acordaos de
lo que erais antes. No erais de la raza judía; y por eso los judíos, que
circuncidan al hombre en el cuerpo y se llaman ellos mismos los circuncidados,
os llaman los no circuncidados.”
Pablo
está tratando desde el principio de la carta de eliminar esta distancia entre
los “judíos” y los “gentiles” y trata de hablar en todo momento de un hecho que
se aplica sobre todos. ¿Qué versículos nos lo muestran?:
CAP 1
·
v10: “voluntad divina de reunir todas las cosas
en Cristo”
·
v12-13: “(habla de nosotros). En El también
vosotros fuisteis sellados con...”
·
v18: “alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado”
·
v22-23: Pone a todas las cosas bajo los pies de
Cristo y a él lo pone por cabeza de TODA la Iglesia.
CAP 2
·
v1: “Y él os dio vida a vosotros”
·
v3: “... también nosotros vivimos en otro
tiempo......y éramos por naturaleza hijos de ira.”
·
v5: “Aún estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida”.
·
v8: Entero
En los
versículos 11 y 12 de este segundo capítulo, Pablo aborda definitivamente ésta
diferencia concluyendo en el versículo 13 con la afirmación “Pero
ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Con esta frase, Pablo
extingue las diferencias que todavía pudieran quedar entre judíos y gentiles de
una forma definitiva.
En Romanos 2:28-29 leemos: “Porque no es judío
el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne; sino
que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón,
por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los
hombres, sino de Dios.”. Esta es la idea que transmite aquí Pablo: “Todos
somos iguales ante Dios”.
Pero hay
algunos matices que me parecen muy interesantes para entender la idea exacta
del autor:
En primer lugar, nos muestra en el versículo 11 cómo la
diferencia que habían impuesto “los de la circuncisión” era una diferencia
basada en una señal hecha en la carne. Esto nos lleva a considerar lo fácil que
sería aparentar ser uno de los “elegidos” sin serlo realmente.
Los profetas, los predicadores del N.T. como Estéban y aún
Moisés mismo lo reconocieron. En
Lev.26:41 (LBA) “... o si su corazón incircunciso se humilla, y
reconocen sus iniquidades” y aún más intensamente aparece en Dt.10:16: ”circuncidad
pues el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
(También en Dt 30:6, Jer 4:4, 6:10, 9:26 y Hch 7:51.)
Hoy sabemos que entre los que se llamaban “circuncisión”,
esto es los judíos, había muchos que en su interior eran “incircuncisión” y no
obtuvieron la salvación de Dios. Juan 1:11-13 lo refleja claramente: “A lo
suyo vino, y los suyos no le recibieron Pero a todos los que le recibieron, les
dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su
nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la
voluntad del hombre, sino de Dios.”. Por esto es tan importante basar
nuestra salvación, no en la pertenencia a un pueblo o a un grupo (por ejemplo
la IBAO), no basarlo en señales externas y visibles (como ir al culto los
domingos y participar de la santa cena, o ponerse un pez en la trasera del coche),
sino en señales interiores a cada uno, como dice la escritura “Debemos
circuncidar nuestro corazón”.
Para Dios, los que creen en Cristo, sean quienes sean,
dejan de ser “incircuncisión”, por eso en el v. 11 usa el término “en otro
tiempo”.
Ø
En segundo lugar, recalca el estado en el
que se hallaban cuando
estaban sin Cristo:
v
“alejados de la ciudadanía de Israel”
pero alejados de la ciudadanía real porque habían sido apartados de los judíos.
Un gentil no podía entrar a formar parte del pueblo Judío.
v
“y ajenos a los pactos de la promesa”
que sólo son conocidos cuando perteneces
al pueblo de Israel, por el acceso a las escrituras, la cuales transmitían
el mensaje del evangelio de salvación.
Concluye
con una afirmación contundente: “sin esperanza y sin Dios en el mundo”.
Este “sin Dios” es traducido de la
palabra griega “azeoi" (azeoi)
que da la misma raíz que la de “ateos”. Aquí mas que el hecho de “negar a Dios”
trata de recalcar la postura de “ignorante”
con respecto a Dios. Los griegos tenían muchos dioses, incluso tenían en Atenas
un templo “AL DIOS NO CONOCIDO”, por si se dejaban alguno. El problema de los
griegos es que no tenían al Dios verdadero. Esta postura de ignorancia de Dios
es la que se remarca aquí.
El término “el mundo”, lo define Trenchard como el mundo
en el que vagaban los gentiles, es el mundo en general, aquel tan interesante
pero que es tan triste para aquellos que vagan por el “sin esperanza y sin
Dios”. Es más, ya vimos quién es el príncipe de la potestad del aire, el
gobernador de este mundo. ¿Qué podríamos hacer contra él sin Dios? Si estamos
en este mundo sin Dios, claramente nos quedamos sin esperanzas de salir de él.
Fijaros
ahora en el contraste que marca el v.13, “ahora en Cristo Jesús, a los que estábamos lejos de la salvación
se nos ha hecho cercanos”. Desde el punto de vista judío, no se podía ser
salvo si no se pertenecía al pueblo elegido. Curiosamente durante la historia
del Antiguo testamento aparecen varios personajes claves que no pertenecen al pueblo elegido.
Por ejemplo Rut “la mohabita”, esposa de Mahlón (hijo de Elimelec y Noemí:
israelitas). Ella dijo a Noemí “Tu
pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios”. Después de viajar a Belén
con su suegra, se terminó casando con Booz, que a su vez era hijo de Rahab (una
ramera). Tanto Rahab como Rut son mencionadas en la genealogía de Cristo que se
hace en Mateo 1 (v.5). “Salmón engendró, de Rahab, a Booz, Booz engendró, de
Rut, a Obed, y Obed engendró a Isaí;”. Es decir que tampoco en el antiguo
testamento la salvación (redención) estaba reservada al pueblo judío, pero al
no tener acceso ni a los sagrados escritos, ni a la ley, la distancia era
enorme y pocos eran capaces de llegar al conocimiento de Dios si no se
pertenecía al pueblo elegido.
Ahora,
esa gran distancia que separaba a los gentiles del A.T. de la salvación, ha
sido reducida por la sangre de Cristo (v13). Para salvarse en el A.T. hacía
falta cumplir la ley mosaica (la ley de Dios), lo cual era imposible incluso
para los propios israelitas. Todos recordamos la ley ritual en la que el
sacerdote subía una vez tras otra para pedir perdón por los pecados del pueblo.
Pues si era imposible para los Judíos que conocían la ley, ¿cuánto más no lo
sería para los gentiles que ni siquiera tenían acceso a las sagradas
escrituras?. La muerte de Cristo en la cruz abrió un nuevo camino DIRECTO
al Padre. No eliminó lo que era válido, ya que la ley mosaica sigue vigente e
igual de imposible de cumplir que en tiempos del A.T., pero dio una alternativa
que era igual de asequible tanto para los “circuncisos” como para los
“incircuncisos”. Por ello se dice que “Los que estaban lejos han sido hechos
cercanos”. Por supuesto esto es hecho por la sangre de Cristo y, como
indica al principio del versículo, “EN CRISTO JESÚS”.
Cristo,
cuando vino al mundo dijo: “La paz os dejo y mi paz os doy, y yo no os la doy
como la da el mundo”. Aquí se nos recuerda que Jesús mismo es nuestra paz. Si leyéramos el versículo con todo su énfasis
(según el original) debería decir algo así como “Él solo, en su persona, es
nuestra Paz”. Como prueba de este hecho, se ofrece la “reconciliación”
de los dos pueblos en uno (v14) y la eliminación de la pared intermedia de
separación.
La pared Intermedia: Probablemente hace referencia a la pared que
separaba el patio de los gentiles del patio de los judíos en el Templo. En esta
pared había una inscripción que advertía a los gentiles que la entrada en el
patio de los judíos se castigaba con la muerte. Esta alusión nos muestra de
forma gráfica lo importante que era este tema para los judíos, aunque en este
contexto, realmente se refiere a “la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas”. (Pablo-judío y
Trófimo-gentil Hch.21:28-36)
Ahora con Cristo ya no hay distinción. Se han abolido “en su carne” las enemistades, también
tenemos alternativa a la ley, como ya hemos indicado antes. Ahora somos “nuevos hombres haciendo la paz”. ¡¡¡
Que expresión mas bonita para describir a los creyentes !!!.
No solo
ha hecho iguales a judíos y gentiles, sino que los ha hecho “un solo cuerpo”: El cuerpo de Cristo à
La iglesia. Fijaros que la cruz de Cristo
nos ha hecho iguales a todos “matando en ella las enemistades”.
Por supuesto se refiere a las enemistades entre judíos y gentiles, es decir
entre lo que ahora llamaríamos “creyentes” y “no creyentes”. Las disputas entre
creyentes ni se tienen en cuenta ya que son totalmente anormales (recordemos el
amor entre los creyentes del que hablamos en el v.15). Entre los miembros de un
mismo cuerpo no puede haber enemistad, y esta frase subraya el hecho de que no
hay otro organismo sino la iglesia en el que exista una unión tan perfecta y
compenetrada entre los miembros a pesar de su diversa condición y procedencia.
En 1Co 10:17 se nos dice (LBA) “Puesto que el pan es uno, nosotros, que
somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan”.
v
En los versículos 17 y 18 finaliza la
equiparación de los judíos y gentiles. En primer lugar (v17) se nos dice
que Dios vino y anunció el evangelio para que TODOS lo escucharan (los que
estaban lejos y los que estaban cerca). La venida de Jesús a la tierra trajo
verdadera Paz, tal y como anunció el ángel en Lucas 2:14, y a la postre su
evangelio es conocido como “las buenas nuevas de paz”.
v
En segundo lugar (v18) habla de esa señal
interior auténtica que es la que realmente da la entrada al padre y de la que
se nos habló ya en el capítulo 1:13-14: El Espíritu. Esta es la parte
“práctica” dentro de toda esta teoría. El Espíritu es como la entrada al cielo:
el que lo posee, puede presentarse ante el Padre y entrar; el que no lo posee,
no entrará jamás. Por otro lado, si no fuera porque el Espíritu “nos da testimonio del padre” a nosotros
mientras que estamos en este mundo, nuestra fe sería tan vacía como todas esas
creencias sectarias que discurren por el mundo.
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Para
terminar se explica a los gentiles lo que YA son en Cristo por medio del
Espíritu:
·
“No son ni extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. Como ya
hemos visto, en el A.T. el pueblo elegido consideraba como miembros de la
familia de Dios o “conciudadanos israelitas” sólo a los descendientes de
Israelitas. Por tanto los gentiles estaban destituidos de esta posición. Ahora
ya no son más considerados así, sino que se les ha incluido en la familia de
Dios, pertenecen a la patria preparada por Dios para todos los que le aman. (Heb 11:8-10, 13-16; Fil 3:20).
·
Ahora son “Edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.
Ahora ya pueden basarse en el fundamento de los apóstoles y profetas, lo cual
es una forma retórica, típica hebrea, de referirse a la enseñanza bíblica (A.T.
y N.T.), sin olvidarnos que lo principal de todo es Cristo. Recordemos Is.28:16
(LBA): “Por tanto, así dice el Señor
Dios: He aquí, pongo por fundamento en
Sión una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien
colocada. El que crea [en ella] no será perturbado". Recordemos
también 1Cor 3:11 (LBA) “Pues nadie
puede poner otro fundamento que el que
ya está puesto, el cual es Jesucristo”. El fundamento de los apóstoles y
profetas no es otro que Jesucristo, su vida y su muerte redentora en la cruz.
Los cristianos vienen a ser como las piedras, los ladrillos, que forman este
edificio, que es el cuerpo de Cristo. 1Pe.2:4-5 (LBA) “Y viniendo a El como a una piedra
viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios,
también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para
un sacerdocio santo...”.
·
También se les advierte de que “en
quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo” para ser un
templo santo en el Señor. La traducción literal aquí es “en quien cada edificio, adaptado
al conjunto, va creciendo...”. La idea viene a ser como una gran
construcción compuesta de varios edificios, como el Palacio de la Moncloa o el
Escorial. Pequeñas edificaciones que juntas forman un gran edificio.
·
Por último son considerados ya como “pueblo
escogido” recordándoles que, cada pequeña edificación, cada miembro, es morada de Dios en el espíritu y que
deben edificarse mutuamente para este fin. El término “vosotros también” recuerda a los gentiles, de acuerdo con el
enfoque de toda la epístola, que ellos también participan plenamente de esta
inmensa bendición.
Ya para concluir me
gustaría que meditáramos esta semana un poco en el estado anterior de los
gentiles descrito en los v.11-18 con respecto a los judíos y en cómo ha sido
derribada “la pared intermedia de separación” por la Obra de Cristo.
Muy clara y buen desarrollo del tema me gustaria recibir si es posible los siguientes estudios y comentarios del libro a los Efesios envio mi correo por si es posible. nilolia.alvarez.40@gmail.com.
ResponderEliminarPaz:Gracias por tan precioso material .Dios los bendiga
ResponderEliminarPaz .gracias por tan precioso material claro y sensillo .Bendiciones
ResponderEliminarDios bendiga
ResponderEliminarDIOS LO BENDIGA MUY INTERESANTE ESTUDIOS
ResponderEliminarDios les bendiga más en ésta poderosa Noche
ResponderEliminarMuy hermosa enseñansa muy claro todo muchas bendiciones
ResponderEliminarGracias porq seguimos aprendiendo
ResponderEliminarMuy claro y de mucha enseñanza y conocimiento permitiendo q entremos mas al fondo y nuestras didas sean aclaradas.Gracias
ResponderEliminarun buen material que Dios bendiga su estudio y nosotros tambien aprovecharemos este material.
ResponderEliminarUn buen desarrollo teológico y bien explicado.gracias.bendiciones...
ResponderEliminarBuen comentario teológico de la carta a los Efesios gracias y bendiciones 🙏
ResponderEliminarGracias,me ayuda a crecer en el conocimiento de nuestro Señor!
ResponderEliminarMe gustó mucho su estudio me cuesta un poko entender los libros de la biblia pero lo describió muy sencillamente gracias 🙏bendiciones
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