domingo, 11 de enero de 2015

06. Los peligros del pueblo de Dios: Poner las experiencias subjetivas por encima de La Palabra.

Sermón de David Rivero predicado en la IBAO el 7 de Diciembre de 2014.
Título: 06. Los peligros del pueblo de Dios: Poner las experiencias subjetivas por encima de La Palabra.
Lecturas:  1 Reyes 13:1-26
Enlace al sermón en Audio.

Apuntes:


Salomón ha muerto y Roboam ha comenzado muy mal su reinado, surge Jeroboam y pone sos propias fiestas solemnes y lugares de culto, provocando una división del reino.

<Lectura>

El hombre sufre el peligro de coger las sensaciones subjetivas y las ponemos al lado, o incluso encima, de la Palabra de Dios. Y esto es lo que le pasó a este profeta que había sido enviado por Dios a denunciar la falsa religión de Jeroboam (fin de 1 Re 12)

Hoy vamos a repasar 5 aspectos de la historia de Roboam y este profeta de Dios:

• Dios le da a este hombre una tarea clara y definida
• El profeta responde con un comportamiento admirable
• Un giro inesperado
• Final trágico del profeta
• La verdad permanente que extraemos de esta historia.


• Dios le da a este hombre una tarea clara y definida

1 Re 13:1. El profeta tenía que ir a Betel, Tenía que hablar en público, Tenía que avisar de una señal, y no podía comer y beber allí, ni volver por el mismo camino.

• El profeta responde con un comportamiento admirable

Vemos que el profeta fue siguiendo al pie de la letra las ordenes de Dios: 1 Re 13:1-3. Como al Rey no le hace gracia que alguien denuncie que lo que hace está mal, vemos que le manda arrestar y Dios hace una señal milagrosa sobre este hombre (se le secó - paralizó) y también hace la señal anunciada. Estas señales parece que tienen un efecto en Jeroboam y parece que considera que está delante de Jehová, y pide al profeta que ruegue a Dios para que su mano fuera restaurada (v.6).

Cuando el Rey le ofrece quedarse, el profeta rehusa quedarse porque había recibido la orden de Dios de no quedarse a comer ni beber, ni volver por el mismo camino. Así, (v.10) vemos que el profeta sigue al pie de la letra los mandatos de Dios, desafiando al Rey, desafiando al altar con el falso ídolo. Parece que todo sale bien.

• Un giro inesperado

En el v.11 vemos algo que nos llama la atención: un profeta en Betel. Bet-El había sido constituido como uno de los centros de adoración al becerro, a la nueva religión, etc... Y allí parece que había un profeta de Dios, pero no se nos dice que proclamara la Palabra de dios, ni que luchara contra la adoración al ídolo. Así pensamos que podría ser un antiguo profeta del Dios viviente que se había acomodado a la nueva religión. Pero en el v. 11 vemos cómo sus hijos vienen y le cuentan lo que ha sucedido entre el Rey y el profeta que había venido con todas sus palabras.

Así el profeta de Bet-El  debió sentir vergüenza por no haber hecho su trabajo y haber sido necesario que otro lo haga en su lugar. Por esto decide ir en busca de su "compañero de oficio" y le encontró bajo una encina. Pero ¿por qué iría tras el varón de Dios? Seguramente para que al ver el pueblo que este hombre de Dios convive con este profeta de Bet-El, se suavizaría y disimularía su propia negligencia y conseguiría restaurar su propia imagen. Y para conseguirlo recurre al engaño (v.18).

Así este profeta que había sido fiel en casi todo lo que se le había ordenado, confió en una experiencia de otra persona y lo puso por delante de la Palabra de Dios que él mismo había recibido. No verificó el origen ni la veracidad de la información que recibía de un hombre y que iba en contra de lo que Dios le había mandado.

Pero claro, de alguna forma todos los hombres de Dios habían recibido la Palabra de una forma subjetiva, pero este hombre de Dios ya había sido vindicado con la verdad en todo lo que había sucedido, y podía haber comprobado que la Palabra que él había recibido provenía realmente de Dios. Por lo que el profeta de Judá había recibido confirmación del mensaje recibido de parte de Dios.

Así, en lugar de obedecer a Dios hasta el final, sometió su voluntad a una apreciación subjetiva que puso por delante de la Palabra de Dios.

• Final trágico del profeta

Ahora la historia gira, y el profeta de Bet-El le anuncia que Dios le ha dicho que por la desobediencia del profeta de Judá moriría en el camino y no volvería a su casa ni por otro camino, ni por ninguno. Y así vemos el final trágico en los v.24-25.

• La verdad permanente que extraemos de esta historia

Nunca debemos poner las experiencias subjetivas al lado o por encima de la Palabra de Dios. En 2 Tim 3:16 nos dice que toda la escritura es para que el hombre de Dios sea perfecto, y es vigente hoy y siempre. Y además de decir que es necesaria, dice que es suficiente. No hace falta adaptarla ni modificarla.

2 Pe 1:21 dice que la Palabra viene de Dios y no de los hombres. ¿En qué contexto dice Pedro estas palabras? Pues esto viene después de la experiencia de la transfiguración, donde habían visto un poco de la majestad de Dios (2 Pe 1:16-18). Pedro había visto y oído la gloria de Dios. Y teniendo esta experiencia "subjetiva" Pedro pasa a decir que tenemos algo mucho más seguro que esta experiencia personal: La Palabra profética. Juan también nos previene de la existencia de muchos falsos profetas (1 Juan 4:1) y debemos probarlos, para que no seamos engañados.

Así que nosotros tenemos que poner nuestras experiencias personales bajo la Palabra de Dios, y tenemos que interpretarlo a la luz de las escrituras.

Y hoy en día tenemos muchos ejemplos de esto, donde "no importa lo que diga la biblia, porque yo he tenido una experiencia personal". Oímos cosas como "dios me ha dicho que ...." o "he sentido que Dios me mandaba hacer...", pero Dios nos habla sólo a través de su Palabra: La Biblia. Para eso nos la ha dejado.

Muchas veces cuestionamos la Palabra, pero nuestra experiencia no se cuestiona nunca. Lo que sentimos ya tiene la garantía de veracidad. Pero ya Dios nos lo avisa en Jeremías (Jer 23:25) donde avisa acerca de aquellos falsos profetas que decían venir de parte de Dios, (Jer 23:28) y vemos que Dios dice que la paja no tiene nada que ver con el trigo. De la misma forma, nada tiene que ver la experiencia de un falso profeta y la Palabra de Dios.

El que ha explicado esto mejor ha sido Pablo en Galatas (Gal 1:8).

Este fue el error del profeta de Judá, que acabó muriendo en las garras de un león, y que no contrastó la veracidad de la experiencia de un "falso profeta" a la luz de la Palabra de Dios que él mismo había recibido.

Debemos tener cuidado porque en la experiencia misma de Adán y Eva tenemos el germen de este mismo problema, y pusieron su sensación, su interpretación, su impresión fue puesta por encima de la Palabra de Dios que habían recibido.

Ciñámonos a lo que Dios ha escrito, y dejemos que nuestras experiencias subjetivas sean interpretadas a la luz de esta Palabra.

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