lunes, 6 de octubre de 2014

Los dones se acabaran pero las gracias permanecen

Sermón de David Rivero predicado en la IBAO el 6 de Abril de 2014.
Título: Los dones se acabaran pero las gracias permanecen
Lectura: 1 Cor. 13:8-13
Enlace al sermón en Audio.


Apuntes:
------------

El propósito de Pablo en este capítulo es demostrar que el amor es un camino sublime y más excelso que cualquier don, y que sin el, ni la mejor cara de los dones tiene valor ninguno. Vemos en 1 Co 1:5-7 que el apóstol reconoce que los corintios eran "ricos" en dones espirituales, no les faltaba ningún don, los tenían espectaculares y milagrosos. La obsesión que tenían aquellos hombres por los dones y la abundancia de los mismos en aquella iglesia, les llevaba a pensar que ellos tenían esos dones en un grado superior, y que eso les daba un grado espiritual superior al resto. Pero el pecado que también abundaba estaba destrozando todo esto. Vemos que estos dones se manifestaban de forma especial junto con un pecado manifestado también de forma especial.

Así vemos que los dones y su manifestación no tiene nada que ver con la ausencia de una naturaleza pecaminosa y una santidad de vida. Se pueden tener grandes dones y desarrolarlos grandemente y a la vez tener una falta de amor que anule todo

El texto de hoy se divide en 3 partes:

• el amor excede a los dones en cuanto a su duración.
• la caducidad de los dones.
• la permanencia de las gracias.

------------------------

• El amor excede a los dones en cuanto a su duración.

En la última parte de este capítulo vemos que el apóstol se empeña en enseñar que los corintios estaban invirtiendo en aquello que era perecedero, y que descuidaban lo eterno, lo que permanece.

Eso no quiere decir que los dones no sean importantes. Todo lo que da el E.S. es importante. Pero sin despreciar los dones del Espíritu, no descuidamos lo que es más importantes, lo excelente. Los corintios habían puesto lo bueno por encima de lo mejor.

¿Hemos caído nosotros también en el mismo error que los corintios? ¿Cuántas veces nos preocupamos por no saber cuál es nuestro don?, pero ¿Quién se preocupa por no saber cómo amar más? Debemos centrarnos en las cosas eternas, pero sin descuidar los dones. Como indica el apóstol en el v.13, hay que procurar los dones mejores, pero sin descuidar el camino más excelente, sin olvidar lo que es prioritario.


• La caducidad de los dones.

Podemos captar lo que el apóstol quiere decir respecto a la caducidad fijándonos que él pone una fecha de caducidad: cuando venga lo perfecto. Algunos dicen que "lo perfecto" se refiere a las Escrituras, que se estaban escribiendo en aquellos tiempos y lo perfecto sería la Biblia terminada, otros dicen que se refiere a la madurez de la iglesia que estaba en sus inicios en aquel momento. Si tomamos cualquiera de estas posturas, no sé cómo podemos compaginarlas con el final del v.12., sin embargo vemos que existe un gran paralelo entre esta expresión y la de Juan que aparece en 1 Jn 3:2. Por eso concluimos que "lo perfecto" se refiere a la llegada de nuestra vida en el cielo, cuando estemos en la presencia de Dios, momento en el que estos dones carecerán de valor, cesarán.

Esto encaja perfectamente con el contexto que vemos en 1 Co 13:10-12. Lo que hoy es imprescindible, allí será innecesario. Ya no hablaremos como niños (lenguas), no pensaremos como niños ni juzgaremos como niños (ciencia y profecía).

Notamos que en el texto hay una diferencia en el griego entre los verbos. El verbo para "cesar" los dones de profecía y de ciencia (gr. Katargeo= irse reduciendose hasta la inactividad) es diferente que el de lenguas (gr. Pauo = cesar, parar). Además en el primer caso se usa una voz pasiva que indica que alguien es el que ejerce la acción, pero para el segundo caso se usa una voz griega llamada "voz media" que es una especie de voz pasiva pero indicando que el sujeto ejerce la acción sobre sí mismo (parecido a nuestro reflexivo).

McArthur explica esto indicando que en el caso del don de lenguas tienen una caducidad implícita (algo así como una obsolescencia programada= las lenguas dejaran de actuar por que su tiempo llegará). Además Pablo deja de hablar de las lenguas a partir del desarrollo de este argumento. En su siguiente razonamiento ya no menciona las lenguas. Por todo esto, entendemos que para Pablo el don de lenguas se agotarán por sí mismas mucho antes de que llegue lo perfecto.

Respecto al don de profecía mencionamos que era uno de los que cesaron junto con de lenguas. Por eso entendemos que ya ha sido extinguido, pero ahora el apóstol dice que el don de profecía cesará (en el futuro). ¿Hay aquí una contradicción? No, porque vemos que el don de profecía sigue vigente entre nosotros en las Escrituras, las cuales ya no serán necesarias en el cielo.

• La permanencia de las gracias.

Los dones caducan, pero hay que algo que permanece (1 Co 13:8): la Fe, la esperanza y el amor. Si permanecen, quiere decir que no cesarán cuando venga lo perfecto.

La Fe: es el don que recibimos y nos capacita para creer en Dios y obtener la salvación. ¿No será necesaria la fe en el cielo? Sí, porque continuaremos dependiendo de Dios. Ejercitaremos nuestra confianza en Dios por siempre, seguiremos confiando en su fidelidad y en todas las cualidades de Dios, como ocurría en el Edén con Adán.
La Esperanza: es el don que hace que anhelemos aquello en lo que creemos y nos llena de expectación fervorosa. La fe da certidumbre, y la esperanza nos da la anticipación de ver las cosas que esperamos como cumplidas. Es el anhelo vivo, el previo disfrute de lo venidero. Pablo dice que en el cielo continuará porque los tesoros de la gloria de Dios son inagotables, y siempre habrá algo que anhelar, algún tesoro nuevo con el que Dios nos sorprenderá.
El amor: no sólo porque amaremos a Dios y al prójimo, sino que ese amor crecerá hasta un grado perfecto, no como ahora lo vivimos a medias. Allí será sublime y auténtico.

Si las tres cosas van a estar en el cielo, ¿por qué una es mayor que las otras? ¿Que tiene el amor que lo hace extraordinario? Tanto la Fe como la Esperanza son dones personales, que repercuten en nosotros mismos, pero el amor es el don que tiene una expresión hacia los otros, hacia el prójimo. En ese sentido podemos ser como Dios. Dios no necesita ni Fe, ni Esperanza, pero Dios no sólo ama, sino que ES amor. En las otras gracias no podemos actuar como el Señor.

Los dones nos han sido dados por Dios para servirle aquí, pero las gracias permanecerán, trascenderán. Debemos considerar que si las gracias no permanecen en nosotros, es que nunca las hemos tenido, porque su naturaleza es permanecer para siempre...... Y la mayor de las gracias es el amor.

¿Tienes clara la necesidad del amor de Dios en tu vida? ¿Te das cuenta que no somos nada sin el amor de Dios? Si lo tenemos, pongamos en práctica el amor a Dios y el amor al prójimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario